DOS MINUTOS DE MI VIDA

Claudia Borque Hernández

Podría hablarte de quién soy, de cómo he llegado aquí. Podría decirte en qué ciudad nací, cómo es mi familia, mis amigos. Decirte dónde soy voluntaria. Pero no creo que todo eso interese a nadie.

Suena el despertador. Tengo sueño. Quiero quedarme dos minutos más en la cama. Pienso. Pienso en mí, en los míos, en mi vida. Llego a la conclusión de que soy feliz. Tengo todo lo que quiero. Tengo una familia que me apoya, un novio que me quiere, unos amigos en quien confiar, unos estudios… Sin embargo a veces tengo miedo a no encontrar nunca la verdadera felicidad. A no estar del todo satisfecha. A no saber quedarme con los pequeños momentos, que me impiden reducirlo todo al hecho de ser feliz.

Pienso en diez años atrás. Todo es muy diferente, ¡Y a quien no le cambia la vida en diez años! Vine de Zaragoza sin conocer a nadie, hice amigos y después de diez años dejaron de ser amigos. He superado situaciones que nunca había pensado que superaría, sobre todo en los temas de estudio. Nunca me hubiera imaginado mi estado actual hace diez años. Ni siquiera podría imaginarme que estudiaría periodismo, ni que por fin sepa que lo que quiero fotógrafa. Ojalá. Pero creo a mi madre cuando me dice, que con esfuerzo puedo llegar a donde quiera. Que sabias las madres.

Haciendo un recorrido rápido (de menos de dos minutos antes de que vuelva a sonar el despertador), llego a la conclusión de que estoy en un buen momento de mi vida, que ojalá sea el peor, para que todo lo que venga sea mejor. Pero sé que eso no es posible, y ha decir verdad tampoco lo quiero. Soy de las que piensan que la vida sin momentos malos, no es vida. Son los que te hacen ser fuerte y lo que te hacer mejorar como persona. A veces necesito encontrar una canción, un texto, una frase, una película que me explique como me siento, cuando siento alguna sensación que no se explicar con palabras.

Vuelve a sonar el despertador. Son las 7.03. Hora de volver a la realidad, pero una realidad a mi gusto, una realidad feliz. Mi realidad.